Aprendiendo a respirar, aprendiendo a soltar.
"Haz tu vida como hace los pulmones, quédate con lo bueno y deja ir lo que no es necesario."
La respiración es el motor de la vida, para muchos, la esencia de la práctica del yoga.
Los pulmones son los órganos más grandes del cuerpo y gracias a ellos, con la respiración, es posible la purificación de la sangre y la oxigenación del cerebro, y pese a la importancia que tiene nuestro respirar, a penas le ponemos atención.
En muchas ocasiones la presencia de agotamiento y/o falta de energía se debe a la falta de oxígeno en la sangre y ello se debe a que no respiramos profundamente. Nuestra respiración suele darse en la zona superior de los pulmones y esto llama al enfado y a la irritabilidad, mientras que cuando conseguimos expandir la parte inferior de los pulmones, la sangre se oxigena y la calma y la amabilidad llaman a nuestra puerta: la vida nos devuelve la sonrisa.
Pero no sólo eso, cuando la respiración es profunda, dejas a la superficialidad de lado, acude la inspiración en el más amplio de sus significados y logras expresarte, tal cual eres.
Este es el poder de la respiración en el yoga, y en lo que se basa gran parte de lo que es la meditación.
Y, recuerda, sino tienes tiempo de nada... aprovecha cualquier minuto de espera para RESPIRAR
A continuación te comparto la serie de ejercicios que realizaré en mis clases y que espero puedas practicar en algún momento con los peques que tengas más cerca :-)